¿Quiere comprar una empresa? Búsquela en España

La profunda reestructuración del sistema financiero está obligando a las cajas de ahorro y a los bancos a deshacerse de sus participaciones industriales, con el objetivo de recapitalizar sus balances. Las grandes corporaciones, como Telefónica, Repsol y las constructoras, muy apalancadas durante la época de crecimiento, se ven castigadas ahora por las agencias de calificación crediticia y también buscan vender activos para hacer caja.

La crisis económica ha colocado a las grandes empresas españolas en posición vendedora. La necesidad de liquidez para recapitalizar sus balances, en el caso de las cajas de ahorro y algunos bancos; y la urgencia de hacer caja para reducir una deuda excesiva, que ahoga a un buen número de corporaciones, ha multiplicado en los últimos meses los movimientos de las compañías para desinvertir en filiales, negocios y activos.

En el mercado se da por sentado que el nuevo equipo gestor de Bankia, encabezado por José Ignacio Goirigolzarri, analizará la venta de algunas o todas las participaciones industriales de la entidad. La cartera cotizada de Bankia ha reducido su valor de 3.633 a 2.842 millones de euros desde finales de 2011. Bankia participa en siete cotizadas españolas, donde es el primer o segundo accionista individual. Así, el grupo financiero está presente en Indra (donde tiene el 20.12% del capital); Mapfre (14.99%), Realia (27.6%), Deoleo (18.62); NH (15.7%), IAG (resultado de la fusión de Iberia y British Airways, con el 12%) e Iberdrola (5.4%). Además, la caja controla el 20% del capital de Mecalux.

Novagalicia Banco cuenta con una cartera de más de 200 participadas susceptibles de venta. Pese a su intención de rotar cartera con plusvalías, de momento sólo lo ha hecho con Pescanova (en varias ventas ya el año pasado) y Calvo, donde tenía un 22.2% a través de Ponto Inversiones junto a Banca Cívica y Corporación Caja Castilla-La Mancha. Compró en 2003 por 24.04 millones y ha vendido este año por 60 millones su parte en la conservera […].

La entidad financiera gallega también busca comprador para Banco Gallego, en el que participa con un 49.85%. La firma registró pérdidas en el último año por 30 millones de euros y tiene necesidad de saneamiento inmobiliario por más de 100 millones, según la propia entidad.

Además, participa en Sacyr Vallermoso, con un 8.65%, Adolfo Domínguez (5.05%) y Tecnocom, donde controla una participación del 20.05%.

Entre las entidades no financieras, Telefónica es la compañía que se está mostrando más activa en su política de desinversiones, presionada por las agencias de calificación de riesgo crediticio para que rebaje su deuda, que alcanzaba al cierre de marzo los 57.000 millones de euros.

Como otras grandes compañías españolas que invirtieron en compras de empresas al final de la pasada década, entre las que figuran también Repsol, Iberdrola y las mayores constructoras, los mercados penalizan ahora el apalancamiento, que, hace apenas un lustro, valoraban como positivo para el crecimiento de las empresas.

Aunque en los últimos meses se han producido ventas de activos relevantes, como la desinversión de Telefónica en China Unicom o la venta de ACS de un 10% de Abertis, la negativa percepción que el mercado español traslada a los inversores internacionales dificulta las operaciones.

Aun así, existe interés de fondos de private equity sin presencia en España, como Bain Capital, firma que participa en la puja por Atento. También de fondos de infraestructuras gestionados a partir de bancos, como Antin (BNP Paribas), RREEF (Deutsche Bank), Citi, JP Morgan o Goldman Sachs Infrastructure, que invierten en activos con flujos estables y recurrentes en sectores regulados. Han llevado a cabo compras como las redes de gas de Endesa y 300.000 clientes y puntos de suministro de Gas Natural en Madrid.

Fortress, Cerberus y Lone Star, por su parte, han analizado los activos inmobiliarios de peor calidad de Santander y BBVA, entre otros.

Expansión, 22 de junio.